miércoles, 15 de febrero de 2017

16 de febrero, Día Mundial de la Lectura en Voz Alta


La celebración, promovida por la organización Litworld, tiene por objetivo recordar la importancia de esta práctica lectora que según diversos estudios reporta grandes beneficios especialmente a los niños

El 16 de febrero es la fecha elegida, este año, para celebrar el Día Mundial de la Lectura en Voz AltaLink externo, una jornada impulsada por la organización Litworld que propone a millones de personas en más de 100 países que niños, adolescentes y adultos celebren el poder de las palabras y creen una comunidad de lectores que comparta historias para así mostrar que el derecho a la alfabetización nos pertenece a todos.




Con el lema “Lea en Voz Alta. Cambie el Mundo”, Litworld invita a los centros educativos de todo el mundo a unirse a la celebración y hacer algo en favor de los 758 millones de personas que no saben leer en nuestro planeta participando en diferentes actividades, como leer en voz alta con más gente de todo el mundo a través de Skype u otras plataformas online de chat; crear historias en grupo; o invitando a alguien especial a leer en voz alta.

De la lectura en voz alta al silencio, se lee

Actualmente, en nuestro entorno, la lectura en voz alta ha quedado prácticamente relegada a una actividad dirigida a los niños. Sin embargo, durante siglos fue una práctica de lo más habitual y lo raro era leer en silencio. La lectura era un acto colectivo en el que un lector compartía con un grupo, que generalmente era iletrado, lo que decía un texto. De hecho, la lectura en voz alta precede a la lectura en silencio, que se empezó a generalizar bien entrado el siglo XV, coincidiendo con la invención de la imprenta. Gracias a la expansión del invento de Gutenberg se consolidó la lectura como acto silente, aunque siglos antes ya se produjeran algunos casos significativos de lectores silenciosos, como San Ambrosio, que practicaba la lectura en silencio como atestiguó San Agustín.
Como se recuerda en el interesante artículo “Por qué es recomendable leer en voz alta (y no sólo a los niños)Link externo publicado recientemente en Yorokobu, en el S. XIX hubo cierta recuperación de la práctica de la lectura en común. Era habitual que las familias burguesas europeas terminaran sus veladas sociales con la lectura de un libro en voz alta. Tampoco era extraño que en algunas fábricas de la Cuba colonial se leyera a los empleados como forma de entretenimiento y también de alfabetización. Además de para entretener, la lectura en voz alta tuvo durante esta época una importante labor pedagógica y, por supuesto, propagandística.
Mientras los índices de alfabetización subían y los medios de comunicación se popularizaban, la lectura en voz alta se fue circunscribiendo al ámbito familiar y escolar, para acabar siendo una actividad prácticamente exclusiva para los niños pequeños que aún no sabían leer.

15 minutos al día

Pero como se recuerda desde Litworld, diversos estudios han mostrado los grandes beneficios que reporta leer en voz alta, ya que, por ejemplo, mejora la capacidad de escucha, la adquisición de vocabulario y la comprensión de la escritura de historias comunes y su estructura, lo cual tiene una influencia significativa en el éxito académico de los niños.
En este mismo sentido, la organización norteamericana Read AloudLink externo va más allá y ha puesto en marcha una campaña nacional con el objetivo de dedicar 15 minutos al día a leer en voz alta a los niños desde que nacen al considerar que es la actividad que más ayudará a los pequeños a la hora de aprender a leer y escribir y por los efectos tan positivos que tendrá en sus futuras vidas como adquirir más vocabulario, inculcarles el amor a la lectura o por evidente vínculo afectivo que se crea entre niño y adulto.

De la voz a las letras

El pasado mes de octubre la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, junto a otras organizaciones españolas, firmaron una declaración en favor de la lectura en voz alta en el hogar y en la escuela como medio para superar las disparidades lingüísticas.
El texto, titulado De la voz a las letras PDF, recordaba que numerosas evidencias científicas demuestran que los estímulos cognitivos y afectivos tempranos, sobre todo los relacionados con el lenguaje, tienen una influencia determinante en el posterior desempeño escolar. Entre las muchas actividades que ayudan en ese sentido, una de las más importantes es la lectura en voz alta de cuentos, poemas, rimas, retahílas... Y se señalaba sus beneficios más claros: 

-Crea momentos de intimidad entre quienes leen y quienes escuchan, refuerza los vínculos afectivos y ayuda a explorar, expresar y compartir emociones, que es una actividad fundamental en la vida humana, más aún cuando se están construyendo los modos de sentir y de relacionarse con el mundo. 
-Promueve la conversación, la escucha atenta y el intercambio de pensamientos, recuerdos, fantasías, experiencias, temores, deseos, sentimientos, dudas... Es decir, hace posible el encuentro sereno entre el mundo de los adultos y el mundo de la infancia. 
-Estimula la actividad de las áreas cerebrales relacionadas con la comprensión narrativa y la creación de imágenes mentales, lo que repercute directamente en el aprendizaje de la lengua oral, la lectura y la escritura.
- Influye en el desarrollo cognitivo de la infancia al dar la oportunidad de escuchar, pensar, sentir, preguntar, responder, asociar..., es decir, de poner en juego las muchas capacidades de la mente. 
-Tiene un significativo impacto en el desarrollo del lenguaje gracias a que introduce a la infancia en el territorio de la lengua materna de un modo pausado y afectuoso: las palabras desconocidas aparecen cargadas de sentido y de emoción, la estructura y las convenciones de la lengua escrita se hacen familiares gracias a los relatos leídos una y otra vez, las correspondencias entre los sonidos de la lengua materna y las grafías que los representan se van desvelando poco a poco. 
-Favorece una mejor comprensión de los relatos gracias a la mediación de lectores experimentados que actúan como modelos y guías. 
-Facilita la relación con el lenguaje de los libros, más significativo y complejo que el lenguaje hablado, e instaura una relación cordial con los libros y la lectura, desde el momento en que esos primeros contactos se presentan rodeados de afecto y bienestar. 
-Hace que niños y niñas actúen como lectores aunque todavía no hayan aprendido a leer y a la vez hace posible que el lenguaje literario entre a formar parte de sus vidas estimulando su imaginario, su interés por las historias y su pensamiento narrativo.

En resumen, la declaración concluía que la lectura en voz alta contribuye a crear un entorno favorable al desarrollo cognitivo, emocional y social de la infancia, lo que ayuda a prevenir o atenuar los riesgos de fracaso escolar.

 Vía: Obervatorio del Libro

Tk, biblioteca

No hay comentarios:

Publicar un comentario